Forofogitia

Alrededor de nuestro Athletic se generan multitud de polémicas, opiniones, estados de ánimos y demasiados sentimientos encontrados. El fútbol es así de pasional, se pasa del blanco al negro, del disgusto a la alegría, del ying al yang en apenas segundos.

Pero hay aficionados que están desbordados por la “Pasión Athlétic”, (nombre muy apropiado para una colonia de carácter propio al que no se me ocurre que tipo de aroma se le podía acoplar). Decía que la pasión nos lleva a decir las cosas mas insospechadas y a veces nos genera una creatividad inusitada. Un buen bilbaíno nos está ofreciendo el “forofogoitia” un pastel con una dulzura que no empalaga pero que si borra ciertos regustos amargos que podamos tener. “Forofogoitia” ya está disponible en las pastelerías del centro de Bilbao, y enseguida se reconoce, ¿A que no adivináis de que colores se viste?

YO FUMO, TU FUMAS, EL FUMA...

Sea bienvenido el olor a chorizo que desprenden los de bocadillos, el de tortilla tanto de lo mismo, el ruido de las pipas no me molesta, que el árbitro provoque a los aficionados y estos en relación proporcional a su educación empiecen a soltar improperios, es entendible, pero me disgustan bastante, pero ya que el señor de al lado se fume un puro y que la vez la señora de la fila de delante se fume diez cigarros en un partido (sin contar el descanso) y que la chica del otro lado también le dé al tema me subleva, me subleva más si hay contamos que chavales de corta edad, niños que asisten ilusionados a los partidos y que tienen que sufrir los malos humos y los improperios de determinada gente. Por eso digo que estoy harto, muy harto y que me sublevo.

Por eso pienso que en algunos ámbitos la Ley Antitabaco se ha quedado corta, si se pudo erradicar el humo de los frontones de Euskadi, porque no se va a poder erradicar de los campos de futbol.

Si, ya sé cada uno es libre, en esto caso de fumar, ya pero ¿qué pasa con los que soportamos sin poder movernos las humaredas de los demás? Porque no sería de recibo, que uno que está recibiendo la acción dañina se tuviese que levantar de su sitio ante el ambiente que se respira a su alrededor.

Pero a pesar de lo que he dicho antes no estoy en contra de que la gente fuma, claro está si se hiciese con moderación. ¿Cuántos cigarros estoy dispuesto a soportar en cada partido, dos, tres? ¿Y el que fuma hasta cuantos puede admitir en su rebaja? ¿Sabemos donde está el término medio? NO.

Pues ya está, o expulsamos el tabaco con sus porteadores de los campos de fútbol a pesar de ser lugares abiertos (o no tanto) o nos colocamos por zonas. El debate ha empezado, y no pienso ponerme en el lado de los perdedores.

Mimosos en Masustegi

Resumir los catorce años trabajando en Masustegi es una tarea que actualmente me supera. Aquel cventro fue la pista de aterrizaje que utilicé cuando mi avión tomó tierra procedente de Barcelona.

El día a día de catorce años da para mucho, son muchos los compañeros que pasaron por allí, muchas las tareas que emprendimos, muchas las desazones y muchas también las alegrías.En mi dejaron huella, una huella profunda que me fue moldeando como persona, compañero y profesional.

Pero llegó el momento en aque todo aquello se acabó, Masustegi desapareció, por arte de los números, del mapa escolar y los que estábamos allí comenzamos una vida errante que nos llevó de aquí a allá hasta que al cabo de los años, encontramos las silla en la que nos pudimos sentar agusto y que nadie nos quitó.

Allí, donde Bilbao sube al monte se ubica Masustegi, en aquel lugar, durante muchos años plantamos muchos años que poco a poco fueron saliendo adelante a pesar de tener que nutrirse en aquel terreno tan espanto. Cada año utilizábamos los alcorques de los arboles no natos del año anterior, el tesón dio sus frutos y los árboles tambien, emergieron y escalaron el aire haciea el cielo. Vaya que si los dieron.

De aquello ya han pasado más de quince años, pero Masustegi sigue allí y en su terrenos unos árboles inmensos. Mis preferidos son los tres mimosos que plantamos en el patio de arriba, junto a la carretera.También merece especial atención una encina cuyo retoño lo trajimos de Sukarrieta. En aquel momento y la plantamos pensando que no iba a prosperar. Hoy tien tres metros de altura.

Hace poco tiempo, cuando los primeros dias de febrero asomaban en el calendario los mimosos empiezan a florecer aqui en el norte, y el aroma que desprenden me lleva a los lugares donde florecen. Este año, esos aromas me han devuelto a silencio de Masustegi, alli me esperaban aquellos mimosos con todas sus flores desparramadas mirando al sol y expandiendo en el ambiente añejos olores que me regresan a otros tiempos.

seguimos en crisis

Solo me he limitado a transcribir los textos de los correos que se intercambian familiares mios teniendo como tema principal y único la crisis

Una cuñada mía se explaya de esta manera

Egunon: Me han entrado unas ganas de escribir de la hostia. Y como no tengo a nadie a quien comentar mis pensamientos. Allá voy!!!
Ya tenemos preacuerdo PSOE-UGT_CCOO!!! Y a la tarde se anuncia la foto!! Esto no se corresponde con la definicion de "sindicato" que viene en el diccionario.

Una reforma para otr@s y no para los de la foto ( O sea que cuando hayamos hecho 65 años y no tengamos 38,5 años cotizados, lo que falte que pongan de su bolsillo aquellos que están de acuerdo con estas medidas y no les vayan a afectar porque ya cobran la jubilacion completa (tampoco nos dicen cuanto) ! (clase jeta solidaria de mierda!!).
Y que si ahora empezamos por aquí, el siguiente paso la sanidad de copago (Y a tragar...) y fomentemos la educción privada, y a la que pública que vayan los mas pobres y que vaya mal. (Cómo podemos elegir que otros no vengan con nosotros? LIBERTAD???? Y así formaremos una clase de futuros trabajadores sin expectativas, a los que consideraremos "los otros", es decir, que como no nos identificamos con ellos, nos dará por culo las inversiones en la escuela publica; y además nos viene de puta madre que una parte de la población no sea cualificada para justificar que se les paga un sueldo de mierda. Y nosotros impasibles, me acuerdo de estos versos.

Primero se llevaron a los negros,
pero a mi no me importó
porque yo no lo era.

Enseguida se llevaron a los judíos,
pero a mí no me importó,
porque yo tampoco lo era.

Después detuvieron a los curas,
pero como yo no soy religioso,
tampoco me importó.

Luego apresaron a unos comunistas,
pero como yo no soy comunista,
tampoco me importó.

Ahora me llevan a mí
pero ya es tarde.

Y si no nos afecta a nosotros porque entramos en el lote agraciado. Pensad en el modelo de sociedad basado en la privatización, y en el recorte de derechos sociales(logrados hace 100 años), al que hemos abierto la puerta con estas medidas, y que dejamos a vuestros hijos/as y alumnos/as

Se abre la caja de Pandora y los vientos no se controlan. ...y DONDE VAN NUESTROS IMPUESTOS? A PAGAR QUE...?
Besarkada bat desde la impotencia y con muchas cosas que me dejo en el tintero por autocensura. (practica muy habitual en los regimenes democraticos)

Contesta otro de mis cuñados:

Sin duda ese es un punto de vista interesante y razonable. Seguramente habrá otros... A mi se me ocurre este:

El sistema público de pensiones es una conquista histórica que, lamentablemente, ni es un modelo universal (nuestro entorno europeo occidental es la excepción en la aldea global), ni está garantizada su supervivencia.

Básicamente la filosofía del sistema descansa sobre el principio de solidaridad intergeneracional: los activos de hoy sacrifican una parte de su rendimiento para atender las pensiones de los pasivos de hoy, en la confianza de que cuando aquéllos alcancen esta situación, los activos de mañana atenderán su prestaciones, en cuantía y duración suficientes como para mantener una situación digna mientras dure su vida. Lo cual dicho así suena hermoso y nos reconforta con la condición humana.

El problema, como siempre, son los detalles. Ocurre que cuando se diseña el sistema (años sesenta de la centuria pasada), la expectativa de vida andaría por los 70 años y hoy estamos en los 78/83 y subiendo, lo que no deja de ser un motivo de satisfacción por prolongar nuestra existencia, gracias al avance técnico, científico y sanitario; pero esto unido a la revolución experimentada en la curva demográfica, con constante y progresiva disminución de la tasa de natalidad, hacen que el reflejo de nuestra pirámide poblacional (cada vez menos pirámide y más prisma invertido) nos enfrente a una evidencia simplemente insoportable e inasumible en el largo plazo. Basten dos datos: uno, en 2010, por vez primera en la historia de la Seguridad Social, el ratio de cotizantes/pensionistas fue inferior a 2, es decir, hay menos de 2 cotizantes por cada beneficiario de una pensión y dos, el gasto por pensiones superó a los ingresos por cotizaciones.

Ante esta situación, cabe echar la culpa al empedrado, por supuesto a la clase política (que deben haber llegado de Marte y son ajenos a nosotros, probos y honrados ciudadanos) y, ni que decir tiene, convocar huelga general, tras huelga general (y van 3), porque esto se resuelve gestionando mejor, quitando prebendas y privilegios, combatiendo el fraude y subiendo impuestos ... lo cual es una opción... o, aceptar que el problema es de mayor calado, que afecta de manera más grave a los más necesitados, que el desafío exige abordar con decisión reformas que permitan la superviviencia del sistema y lo adapten a la realidad contrastada y que la única alternativa hasta hoy conocida a un sistema público de pensiones es el modelo de capitalización, en el que cada uno se ocupa durante su vida laboral de ahorrar para su pensión, lo que es tanto como condenar a los más desfavorecidos a que retornen a la beneficencia y a la ayuda caritativa, cuando no a la indigencia.

Aunque es cierto que hay una corriente victimista que se va extendiendo, según la cual nuestra generación está siendo injustamante maltratada, soy de los que piensan que tenemos la inmensa fortuna de vivir muchísimo mejor que nuestros padres (sin más merecimiento que la enorme generosidad, esfuerzo y sacrificio de quienes nos precedieron) y tengo para mí que nuestros hijos verán rebajado su bienestar (hablo estrictamentre del económico, del otro creo que no hemos avanzado nada, si acaso, la opulencia nos ha vuelto más codiciosos e insatisfechos).

Venimos de una etapa desaforada, de derroche, exceso, viviendo por encima de nuestras posibilidades y conviene que cuanto antes asumamos que la fiesta ha acabado, que nos queda un largo camino para sanear el estropicio causado y que el ajuste pasa por trabajar más y mejor, sustituir gasto por ahorro, oferecer en vez de exigir y que no pasa nada por experimentar la frustración al no cumplirse todas nuestras expectativas.

El último contesta:

A partir de hoy, yo me podré jubilar a los 67 años (en ningún caso a los 65) con la pensión máxima que me corresponda, siempre y cuando no esté más de 5 meses sin cotizar en los próximos 27 años. Reto difícil, pero no imposible..., yo por cotizar ma-to!!!

Buen día!!!