28 jul 2012

SINECURAS

Estos días de vacaciones uno puede dedicar más tiempo a sus aficiones. Dentro del listado de libros por leer he escogido uno de Ángel Viñas, "La soledad de la República". No voy entrar a valorar el contenido del libro, que uno ya sabe de que va y solo sirve para recordar, recuperar y ampliar conocimientos respecto al tema. Me ha llamado la atención la riqueza de las palabras que utiliza para describir acontecimientos. Me he topado con unas cuantas, pero en la última, he tenido que recurrir al diccionario porque no tenia ni idea de su significado:sinecura.
Aparece en el texto al principio de la página 40 :
"(...) Antonio Goicoechea, monárquico alfonsino, profundamnete reaccionario y posterior gobernador del Banco de España (una de la mejores sinecuras de la época), se lo había anunciado en fecha tan avanzada como el 14 de junio"
Como tenemos Internet a mano, lo consulté y di con una página, que en alguna otra ocasión había consultado  http://www.reservadepalabras.org/apadrina-listar y en la que aparte de explicarte el significado y origen de la palabra en cuestión la puedes apadrinar si te gusta.
Leyendo el significado no puedo esta mas de acuerdo con la opinión chilena, que junto con la española transcribo tal cual.
Luego que cada cual la aplique al contexto actual de España del verano de 2012, y enseguida podrá ver la cara de cuantos sinecuras que merodean a su alrededor.

sinecura

Participante desde Chile
Sus razones son: del latín: sine cura; sin cuidado. Empleo o cargo público que ocasiona poco o ningún trabajo. Palabra, para mi, sonora, sabrosa y en estos días muy de moda. Más que poco trabajo debería decir poco esfuerzo. Hay muchos cargos públicos que podrían ser sinecuras: de poco esfuerzo, poco resultado, mucho abuso y mucha ganancia monetaria. De niño para mi siempre fue una interrogante que incluso leyendo el diccionario, no entendía. Hoy su significado lo aclaro todos los días leyendo los diarios y oyendo las noticias. En todo ámbito del queahacer existen sinecuras.

Participante desde España
Sus razones son: El nacimimiento, vida, muerte y resurrección de una palabra están relacionados obviamente con la cosa a la que se refiere y los cambios que ésta experimente. Y ahora también sabemos que se pueden hacer cosas con palabras. Pero, a veces, las palabras se pierden o caen en desuso aunque las cosas y los deseos que designan permanezcan inalterables. Eso es lo que pasa con \"sinecura\" que refiere \"el empleo o cargo retribuído que ocasiona poco o ningún trabajo\" ¿ Qué español no ha suspirado siempre por una sinecura? ¿ Qué español no envidia a ciertos ( no todos) políticos que las disfrutan?







20 jul 2012

MOSTRAR LAS VERGÜENZAS


 
Es una frase aplicable en cualquier ámbito de la vida social, si lo que está de moda es la política, los políticos y la economía, pensemos a quien se la podemos decir.

7 jul 2012

LAS TUTURUTAÑAS

¿Puños, vainas o tuturutañas? Así rezaba la pregunta que el equipo que saltaba hacía al contrario, al que ponia las posaderas y la espalda, éste debia acertarla para cambiar la posición.
Esta fotografía no es de Alamillo, ya que está en color y este juego desapareció antes de que entrara el color en la fotografía (por lo menos en el pueblo). Está tomada en 1982,  en Montserrat, concretamente en  la explanada de la abadía. Unos chavales de un colegio lo estaban practicando para pasar el rato.

EL VOTO DEL EXILIO

      Si existe un número más que respetable de vascos que viven en la diáspora, sobre todo en América, y que cada vez que se convocan elecciones en Euskadi pueden ejercer su derecho a voto, no sabiendo en función de por que puedenporque no es su lugar de residencia, ¿por qué no pueden votar todos aquellos que tuvieron que marcharse a su pesar del País Vasco al estar amenazados por los intransigentes?
         Porque estos se marcharon no queriendo, porque al final prefirieron tirar la toalla a tirar la vida, después de vivir un largo acoso y la indiferencia del llamado nacionalismo democrático. Se fueron y dejaron atrás lo que más querían,  era una nueva manera de exiliarse.
         Al cabo de los años parece que la cordura se está asentando en este territorio, y cada uno ha quedado retratado cual es, en esa foto se pueden ver hasta sus carencias.
            ¿Ahora que hacemos, borrón y cuenta nueva, tabula rasa?. No. Cada cual debe tener su tiempo para hacer las paces con su conciencia, sea donde sea, y dándole el tiempo que necesite.
            Con lo muertos solo podemos tenerlos siempre presente, que todo ese sufrimiento no sea baldío. ¿Y con los vivos, y con los vivos que se marcharon?
            Recompensarles de alguna manera, aunque sea testimonial, porque los años perdidos no son recuperables. Elevarles la auto estima, contar con ellos como miembros de esta sociedad, aunque estén lejos.
            A ese sector es al que se le deberia ofrecer su opción de votar, votar para Euskadi aunque estén lejos, sería una minima recompensa, pero iniciaría con ello un proceso de normalización en esta sociedad.
          Es posible que después de tantos años, indiferencia, miedos y sinsabores, ésto les llegué tarde. Es posible que manden la propuesta a cierto sitio inmombrable.
          Pero la cuestión es que esta sociedad necesita iniciativas que para que se puedan reconocer los errores de unos y también que otros puedan vivir normalizados.


5 jul 2012

SUBIDA AL GORBEA (I)

Domingo 3 de junio, aniversario de Ramontxu. 
La llamada del monte nos llevó a iniciar una aventura en la que no calculamos con detenimiento sus posibles dificultades.
Somos, no somos, o nos la damos que somos de Bilbao, y como es de ley todo ciudadano de este territorio tiene que hacer cima en el Gorbea, el pico más alto de Euskadi si nos olvidamos de las terminologías políticas.

El punto de encuentro de aquella mañana en la que el chirimiri no nos dejaba de retar, ante fue la localidad de Lemoa. Un encuentro que nos serviría para ultimar la organización del día y responder a las posibles incógnitas de nos pudieran deparar el programa diseñado.
La cosa no empezó muy bien, porque en un pueblo tan pequeño estuvimos un buen rato jugando al rato y al ratón, hasta que por fin nos divisó Andrés después de dar un par de vueltas de mas y hacer cuantas móvil-llamadas.

Reemprendimos la ruta por la 240 para adentrarnos en el valle de Arratia y llegar hasta Areatza donde se suponía que debíamos encontrar la conexión hacia Parque Natural del Gorbea. Antes de ponernos trascendentes nos paramos en el Arratiano un restaurante de carretera con un aparcamiento enorme, de esos en los que paran camiones, lo que podía indicar que no se podía comer ni malo ni caro.
Nos citamos para las tres de la tarde. En ese momento eran las 9:30 de la mañana. Efectivamente en Areatza encontramos el carreterín que los llevaría al aparcamiento de Pagomakurre, el último de este tramo.

El chirimiri seguía queriéndonos empañar la mañana. Nos bajamos del coche y nos preparamos para un camino que preveíamos de agua, aparte de la habitual niebla.
 No quise mirar más allá en el tiempo porque si no me amargaría antes de comenzar la subida. En estos y otros casos siempre me consuelo pensando que dentro de equis horas todo se habría acabado. Pensé eso y continué el camino. Nos pusimos los gorros porque pasados unos minutos nuestro acomplañante nos lograría mojar.
La pista que seguimos nos adentraba en el monte, a izquierda y a derecha solo había niebla, no se veía más allá de 30 metros y nosotros con un valor desmedido.

En este momento hablo con palabras de Andrés: Inicio del ascenso llegando a la campa de Arraba y desde allí a la izquierda giramos por la pista que va a Egiriñao. Si subiésemos leído el papel, como yo he hecho ahora, nos hubiéramos dado cuenta que dice que antes de llegar al refugio Ángel Sopeña, hay que coger un camino a la izquierda, que supone una pequeña subida hasta llegar al Paso de Aldape, que se debe cruzar con precaución cuando hay hielo, bueeeeno seguimos....

SUBIDA AL GORBEA (II)

Es verdad y gracias a un abuelete que iba con su nieto hasta el último refugio, donde parece ser que celebraban del día del montañero, digo gracias a él, pudimos salir de ese trance con éxito. El nos llevó desde el cercano refugio de Ángel hasta el último refugio.

 Andrés: De no haber tanta niebla tras cruzar Aldape hubiésemos visto más abajo a la derecha el Menhir de Zastegi. Cruzamos pequeño hayedo con solera y llegamos al refugio de Egiriñao, y aquí empieza la subida dura, dura, duuuuuuuuuuura. Se recomienda bajar el ritmo de subida para no pisarse la lengua (tampoco lo leímos).

Dejamos el refugio a la derecha y el hayedo a la izquierda, pero la niebla seguía acompañándonos. Sin embargo el chirimiri nos abandono hacia ya rato, supongo que fue en las idas y venidas del refugio de Ángel Sopeña.

El abuelete nos lo dijo muy claro: una campa despoblada, luego una zona de piedras y por último otra campa y ya estáis. Joder con el ya estáis.

 Andrés: Subimos por el Collado Aldamiñospe con un pequeño pico rocoso a la izquierda que es el Aldamin y con uno más grande a la derecha que es el Gorbea. Estamos a la mitad del subidón todavía, y solo la proximidad de la Cruz y el amor propio de Juanjo hizo que lo que era una última subida de 15 minutos, estando en condiciones óptimas, se alargara un poco, pero bueno.... prueba conseguida, y hay fotos que lo corroboran sin photoshop. 

 Este amigo nuestro lo dice con optimismo, pero la verdad es que en la subida lo que era una fila india se convirtió en una hilera india y por fin me convertí en el eslabón perdido. Los veía subir delante de mí y empecé a pensar por qué no te callas, porque eres tan bocazas, ahí vez, a Juanjo subiendo como un gamo es capaz de haberse parado a echar un cigarro, y Andrés, también, a la zaga.

Me paraba, me sentaba en una roca, pero cuanto más tiempo descansaba, el tramo siguiente era más corto.

Llegó un momento en que pensé que no lo lograría, pero pensé que yo no iba a volver a hacer esta excursión y que el camino hecho hasta aquí no iba a ser gratuito. Me dije que hasta las nueve no anochecía, así es que me daría todo el tiempo del mundo, además llevaba agua y el hamaiketako, solo había que ser frío y tomárselo con mucha calmo y lo demás ya no importaba.

La zona de piedras era interminable, y si miraba hacia arriba me parecía más, pero poc a poc es fa el camí.

La campa apareció por fin, pero aquello era desolador, con apenas gente, la nada alrededor y los míos ya estaban desaparecidos. En una de mis sentadas apareció Juanjo gritando algo así como ¿estás bien?, yo lo oía pero no podía responderle. Le hice un gesto tratándole de decir que ya llegaría.

La niebla seguía arropándonos y por momentos te abrigaba, en otros sin embargo, nos permitía contemplar algunas bellas instantáneas del paisaje.

Divisé una fuente y a ella me dirigí para saciar la intensa sed pensando que quizás el agua me daría las fuerzas necesarias para llegar hasta la cima. Incauto.

SUBIDA AL GORBEA (III)

Una ráfaga de viento se llevó la niebla y al levantar la vista divisé a escasa distancia la ¿maldita/bendita? cruz. Me alegré, fue la primera alegría casi de la mañana. Subí como pude y llegando bajó Andrés a recogerme la mochila, cosa que me permitió levantar los brazos en señal de victoria a la vez que divisé la mirada tranquila de los amigos. Toqué el frío hierro de la cruz coronaria. y dije: ja soc aqui.

La bendita Cruz
 Cuando vimos que estábamos todos sanos, aunque fuese en espíritu, abrimos las mochilas y dimos cuenta de todo aquello que habíamos porteado en todo el trayecto. Un hamaiketako correcto, sin excesos, lo suficiente para reponer las fuerzas (buenos alguna) y cuando la niebla nos lo permitió hicimos las fotografías de rigor. Ya en la bajada caímos en la cuenta que no nos habíamos hecho la de los tres juntos, pero que no estábamos dispuestos a subir para hacerla.

Sin pensarlo demasiado emprendimos el regreso, pensando que ya se habían agotado todos los malos momentos, pero cuan equivocados estábamos. El primer tramo de bajada lo hicimos haciendo eses para que no sufrieran los gemelos, las rodillas y los dedos de los pies que chocaban continuamente con la puntera de las botas.

 Cuando esto se acabo entramos en la zona de las rocas, que no molestaban demasiado porque hubiese muchas y de todas clases (que también), sino porque teníamos una tendencia extrema a resbalarnos.

Lo más bonito de la bajada es que ya podíamos ver y de esa manera contemplamos en hermoso paisaje que en la subida no lo impidió el agua, la niebla y el esfuerzo que no nos permitía levantar la cabeza.

Así pudimos contemplar el últimos refugio y sus alrededores, el bosque de hayas por cuyo lindero transitaba el sendero de bajada y por último el precipicio que teníamos a nuestra derecha y del que no tuvimos constancia en absoluto en nuestra subida, porque además de lo citado anteriormente, también íbamos pendiente del señor que nos acompaño casi hasta lo más alto.

Fue un placer hermoso comprobar que deshacíamos el camino con facilidad, sin equivocarnos, ver el primer refugio donde nos equivocamos ubicado en una planicie semi despoblada, y tuvimos que mover la cabeza negativamente cuando descubrimos el letrero que indicaba el camino de subida.

El bosque de hayas
 Desde ahí hasta el aparcamiento de los coches, la pendiente era ya suave, pero a mi se me hizo eterna, tenia los músculos de las piernas como quemados, agarrotados, secos, sin fuerza, no veía la hora de la llegada.

Pero llegó, no hacía falta más que tener un poco de paciencia. ¿Qué placer cambiarse de ropa, sentarse el coche y pensar en la añorada cerveza que nos estaba esperando en el Arratiano.

Llegamos media hora más tarde de lo previsto, pero agradecidos del todo. Esa premura de comer hizo que la cerveza, la anhelada rubia, no fuese tratada con el cariño que se merecía, una pena.


Este punto lo resume así Andrés: Acabado el yantar, chupito incluido, repetimos café con el dominó como excusa para recargar azúcar en los músculos que estaban un poquito agotados. Y puesto que este relato está ya en las últimas vuelvo a recurrir al amigo Andrés que es práctico y conciso: recuperadas algunas de las fuerzas y contando con un par de horas por delante emprendimos el camino hasta Zudaire, que estaba muy cerquita, breve paseo ya que el pueblo no nos pareció mas grande de lo que al parecer era. Reportaje fotográfico y vuelta a Areatza a continuar el reportaje. Acabado el paseo por Areatza, repetimos cerveza, que obligado era reponer líquidos (y aquí si digo que esa media hora con la cerveza en la plaza fue un inmenso placer) en nuestro deshidratado cuerpo, vuelta al coche y llegada a Lemoa donde cada oveja con su pareja volvimos a los puntos de origen.