12 oct 2013

BALBINO



        Las palabras superadas por  el sentimiento. Busco y no las encuentro, pienso y no concluyo. Quisiera ser yo el que diga, el que hable, el que lamente, pero no es así, no soy yo, me ha superado la realidad. Son las lágrimas las que muestran el camino, las que descubren el sentimiento y no las palabras que parecen escondidas, temerosas o acobardadas. No se dejan ver, son transparentes, no llegan a decir nada.
        Se nos ha ido Balbino y no hay mensajes coherentes, ni palabras seguras lanzadas al viento que puedan consolarnos,  solo  palabras rotas, entrecortadas y un reguero de lágrimas que afloran sin permiso.
           Balbino es una una ausencia que se hace imposible, un referente ausente, un marido, un padre, un hermano, un primo y un amigo, todo se nos ha ido a la vez. Y eso es mucho.
        Hemos tenido un tiempo para  llorar,  para lamentar, para jurar, nos quedará el tiempo para la  reflexión,  para reconocer todo lo  que nos ha dejado Balbino, que ha sido mucho.
         Él lucho mucho en la vida y sembró, y mientras vivía sembraba, sembró por todas partes, y claro está que nos ha dejado un gran legado, nosotros haremos  que éste perdure y con él su ausencia será siempre presencia.