20 may 2013

El conflicto saharaui en 7 claves



40 años de lucha:
el Conflicto Saharaui en 7 claves
Publicado en Público el 20 de mayo de 2013
La mitad del pueblo saharaui vive desde hace décadas en campos de refugiados construidos en mitad del desierto.
La otra mitad de los saharauis siguen en su territorio original pero viven bajo la ocupación marroquí. La ONU considera el Sahara Occidental como el mayor territorio del planeta que todavía no ha sido descolonizado.
Os escribo desde Tifariti, la ciudad del Sahara Occidental donde hoy se conmemora el 40 aniversario de la primera operación del Frente Polisario en su lucha por la autodeterminación del pueblo saharaui.
1) El conflicto saharaui comenzó como una lucha contra la colonia española
El Sahara Occidental era una colonia española.
A principios de los años 70, siguiendo la ola de descolonización en el resto del continente, los saharauis comienzan a levantarse frente a la ocupación española.
En 1974, España promete a los saharauis un referendum de autodeterminación.
2) España traiciona a los saharauis y Marruecos inicia la ocupación.
El 14 de noviembre de 1975, Marruecos y Mauritania firman con el rey Juan Carlos un acuerdo que nunca sería publicado en el Boletín Oficial del Estado. España se compromete a retirarse del Sahara Occidental y ese territorio sería divido entre Marruecos y Mauritania.
Los saharauis denuncian el acuerdo: rompe las promesas que España les había hecho, viola una resolución del Tribunal Penal Internacional y los entrega a dos nuevos poderes coloniales.
Pocas semanas después, las tropas españolas comienzan a retirarse. Marruecos y Mauritania lanzan sus ejércitos a la conquista del Sahara Occidental frente a la oposición de sus habitantes.
3) Bombardeos marroquíes y huída de los saharauis a los campos de refugiados.
Las fuerzas aéreas marroquies bombardean pueblos saharauis, utilizando en algunas ocasiones napalm y fósforo blanco.
Decenas de miles de saharauis huyen hacia Argelia, donde se construyen campos de refugiados en mitad del desierto. (Hoy, más de 35 años después, los saharauis siguen allí.)
4) Guerra entre Marruecos y el Frente Polisario
El Frente Polisario plantea una guerra de guerrillas frente al potente ejercito marroquí que recibe el apoyo de Francia y Estados Unidos.
Mauritania acepta su derrota ante el Polisario en 1979 y reconoce la soberanía del pueblo saharaui sobre el Sahara Occidental.
Los combates entre Marruecos y el Frente Polisario se extienden durante 16 años.
5) Plan de paz de la ONU
Marruecos y el Frente Polisario firman en 1991 el alto el fuego bajo auspicios de la ONU.
Al final de la guerra, Marruecos controla un 80% del territorio del Sahara Occidental. Esto incluye la casi totalidad de las zonas pobladas, los depósitos de fosfatos y los ricos caladeros pesqueros.
El 20% restante del Sahara Occidental, controlado por el Frente Polisario, es un terreno inóspito del desierto interior.
Además, Marruecos construyó una barrera de más de 2.200 kilómetros que separa ambos territorios. A lo largo de esa barrera se encuentra uno de los campo de minas más grandes del mundo.
El plan de paz firmado por ambas partes estipula la creación de un censo para celebrar un referendum en el que los saharauis puedan elegir entre la integración en Marruecos o la independencia.
6) El referendum que nunca se lleva a cabo
La ONU tenía previsto realizar el censo en unas pocas semanas, pero debido a las continuas trabas impuestas por Marruecos, el censo tardó más de 8 años completarse. Y cuando la ONU lo publicó en el año 2000, Marruecos se negó a aceptarlo.
Además, desde la firma del alto el fuego en 1991, Marruecos incentiva a muchos de sus ciudadanos a mudarse al Sahara Occidental, incrementado así su opciones de éxito en una posible votación.
Hoy, más de 20 años después, el referendum todavía no se ha celebrado.
Ningún país del mundo reconoce el Sahara Ocidental como parte de Marruecos. Pero los intereses de sus aliados (los gobiernos de Francia y EEUU, las grandes empresas españolas) hacen que Marruecos no sienta ninguna urgencia por encontrar una solución.
7) ¿Cuál es la situación de los saharauis hoy?
  • Unos 150.000 viven en la parte del Sahara Occidental bajo ocupación marroquí. Cientos de activistas pro-saharauis han sido detenidos y torturados por las autoridades de Marruecos.
  • Unos 30.000 viven en la parte del Sahara Occidental controlada por el Polisario.
  • Y otros 120.00 viven en los campos de refugiados construidos en el desierto de Argelia. Los refugiados dependen de la ayuda humanitaria internacional que se ha desplomado durante la crisis económica. El Programa Mundial de Alimentos estima que dos tercios de las mujeres sufren anemia.
Además, la barrera construida por Marruecos hace que miles de familias sigan separadas después de décadas.

18 may 2013

¿El País al garete?


 Despues de treinta años de fidelidad puede que me pase como a Maruja Torres, que la tradidión, la historia, la lucha por la libertad que se hicieron años atrás no es razón suficente para jurar fidelidad eterna.
Soy lector asiduo del El País,  un diario que siempre he considerado de los más equilibrados en  sus estados de opinión desde mi visión personal del mundo y desde que se fundó superando todos los altibajos de tan extensa singladura.
 Esta crisis que estamos viviendo se está llevando  muchas cosas, desde puestos de trabajo, maneras de vivir,  hasta visiones de la vida. Pero hay cosas que, a nuestro pesar,  no se ha llevado e incluso las ha hecho proliferar.
 Por eso para reflejar el estado de las cosas  es conveniente leer el artículo  de Maruja Torres (quizás el último) que ha publuicado el País esta semana.

Ignominia

Hay más dignidad en la uña del meñique de un desahuciado que en toda la cúpula que nos aniebla


Vivimos en un tiempo de canallas sumidos en un estado de necedad permanente. Lo interesante para quienes somos víctimas del navajismo institucional, de lo que ha dado en llamarse su violencia simbólica, es averiguar qué nació primero. Si el ser canalla o el ser necio. Quién alimenta a quién. O si el canalla, al saberse aupado por sus pares a la cresta del capitalismo caníbal, ha perdido toda compostura, todo pudor, y no le importa en lo más mínimo que su retorcida necedad se exhiba en plaza pública. ¿Quién va a bajarme de la cima? ¿A mí? Vamos, hombre.
Así es como los Wert, Ruiz-Gallardón, Margallo, Morenés y Rajoy, por citar solo a algunos; las Báñez, Botella, Cifuentes y Cospedal, por mencionar a unas pocas otras. Así es como los directivos de la televisión pública y sus palmeros, y los guerra civilistas de los periódicos insanos. Así es como los ejecutivos de las grandes empresas y de los grandes bancos que se blindan los sueldos y las pensiones y los bonos... Así es, termino por fin la frase —en algún momento hay que hacerlo, pero sujetos no faltan—, así es como toda esta banda de añejos arribistas se carcajea de nosotros. Pisoteando nuestros cráneos y sin importarles la vergüenza ajena que sus dislates nos provocan.
“¡Mira, madre! ¡Estoy en la cima del mundo!”, gritaba al final de Al rojo vivo, la película de Roul Walsh, el asesino nato Cody Jarret, héroe negativo de una época turbulenta.
Estos depredadores de ahora se gritan los unos a los otros: mira chico, yo también he llegado, y cada día se me ocurre algo más necio. Los de abajo, los desangrados, empezamos a añorar a los clásicos gánsteres.
Hay más dignidad en la uña del meñique de un desahuciado que en toda la cúpula que nos aniebla.

13 may 2013

VÍAS VERDES: SUBTRAMO ANTOÑANA-STA. CRUZ DE CAMPEZO

De Antoñana a Santa Cruz de Campezo



De Antoñana a Santa Cruz de Campezo (el enlace del que he tomado prestado el texto)
 A partir de Antoñana la traza original del ferrocarril ha sido ocupada, aunque se va a acondicionar una alternativa al lado del río para evitar la carretera. La alternativa planteada prosigue por la carretera local a Bujanda (A 3136) y la peculiar ermita rupestre de San Román, horadada en la roca del monte Muela. Por la carretera dejaremos a un lado la bonita estación de Antoñana, ahora en uso particular, mientras el pueblo con su campanario escoltado por inmensos paredones de roca queda atrás. Unos 600 m de asfalto más adelante, un cartel indicador nos invita a desviarnos a la izquierda. Se trata de un camino de tierra que, sobre un paso superior, atraviesa el tramo desahuciado de la plataforma del tren y desciende en paralelo a una trinchera ferroviaria.
Al final de dicha trinchera, la ruta se incorpora al trazado original del antiguo tren (Km. 36,7), convertido ahora en una ancha, larga y recta pista de tierra en el seno de la vega del río Berrón, (Km. 37,9). Este camino corre paralelo al denso sotobosque que cubre el río, entre campos de labor y los bosquetes de quejigos, constreñido por las laderas que preceden al llamativo monte Muela. Límite sureste del Parque Natural de Izki, la Muela es una inmensa mole caliza coronada por bosques de hayas y bujedos, con unos abruptos cortados meridionales donde anida una interesante colonia de buitre leonado.
Al llegar a una profunda trinchera ferroviaria, coronada por el arco de un paso superior, habremos de estar atentos. Superada la trinchera la vía se desvía de la pista principal, para salvar la cristalina corriente del río Berrón sobre el agraciado viaducto de Santa Cristina (Km. 38), construido con sillares y hormigón. Es de destacar también el paso por Alboredo y los puentes sobre el río Izki.
Km 39,7         
La vía solventa la transitada carretera A 132 sobre una estilizada pasarela de madera. Excelente mirador, desde ella no perderemos detalle del parque de Fresnedo, donde las aguas fluviales son retenidas en una generosa piscina, en torno a la cual gira un área recreativa con campos de juego, bancos y un amplio césped donde dejarse caer.
A partir de la pasarela asistimos a un cambio de compañía y paisaje. El río Berrón se entrega a río Ega, compañero hasta Estella; y la vía se despoja del abrigo montañoso para explayarse por los llanos campos agrícolas que conforman el valle de Campezo. Bienvenidos a un amplio espacio embebido de horizontes que el antiguo ferrocarril surcará mediante tres largas rectas: La primera va de la pasarela sobre la A-132 al décimo y último salto sobre el río Berrón (Km. 40,8), ofreciendo amplias panorámicas a la sierra de Codés y los paredones de Lóquiz, murallas rocosas que cierran por la derecha y la izquierda el valle de Campezo. La segunda recta se dibuja entre el último puente sobre el Berrón, denominado puente Tarifa y el cruce a nivel de la carretera que va al valle de Arana (Km. 41,8).