8 sept 2013

MADRID, MADRID, MADRID...

Carlos E. Cué (El País,7-9-13)


“Esto es política, ya nos hemos presentado tres veces y lo sabemos. No tiene nada que ver con la calidad de tu candidatura. Y ya sabemos que la política española no está en su mejor momento”.
“Esto es política”, era la frase más repetida, incluso el entorno de la familia real.
“Este es un juego político de alto nivel, con intereses internacionales, con dinero, con equilibrios. No siempre limpio. Y está claro que a eso nosotros no sabemos jugar bien”,
“Está claro que no tenemos fuerza política y económica para enfrentarnos a un coloso como Japón”, resumía otro político.
http://www.lavozlibre.com/images/get/mas/5/5359/0/N/galerias/madrid-2020-version-comecocos.jpgLa derrota es un varapalo no solo para Madrid y la propia candidatura sino también para la política española, para el Gobierno e incluso para el Príncipe Felipe, que se había volcado en su primera gran operación política de altura, la batalla por los Juegos.
 “Un proyecto de esta envergadura ha unido a los españoles. Es una lección”, dijo Don Felipe
En un contexto de profunda crisis de la política española, de pésima valoración del presidente del Gobierno y de caída en las encuestas de la monarquía, la alta política española se había tomado este tercer intento de Madrid como un posible salvavidas para darle la vuelta al ambiente político, social y económico en España.
El presidente y el Gobierno llevan semanas empeñados en dar la vuelta al ambiente pesimista que se respira por todas partes en España. El propio Ejecutivo admite que fue un error poner las cosas tan negras como hizo en abril, cuando anunció las perspectivas económicas. Ese intento de Rajoy se vio en su discurso en la candidatura, como es habitual en él todo en castellano —sigue inseguro en el inglés— y leído en papel de principio a fin. “España lidera el crecimiento de las exportaciones de la zona euro. Nuestra recuperación se produce con un histórico superávit por cuenta corriente. El año pasado tuvimos 58 millones de turistas y vamos a superarlo este año”, resumió.
“Estábamos necesitados de buenas noticias”, lamentan en el equipo de Mariano Rajoy
El fracaso y más en primera ronda es por tanto un varapalo notable que evita que Rajoy pueda tener una tregua en el ambiente político más tenso de la legislatura,
 Pero casi más importante era esta cita para la Casa del Rey y para el Príncipe Felipe, que por primera vez sustituía a su padre en una cita tan relevante.
. Don Felipe, mucho mejor valorado que su padre en las encuestas y con necesidad de huir del deterioro de imagen que supone el caso Urdangarin para la monarquía, demostró su capacidad política con los delegados y exhibió su dominio de los idiomas y de la escena en la presentación. Pero nada fue suficiente. La derrota pesa sobre todos, también sobre la política española.

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