ZUBIZURI

Pasarela de Zubizuri , con las torres de Isozaki a la izquierda

 La Ría a las diez de la mañana de un día no cualquiera,  porque para hacer fotos y pretender que salgan bien,  necesitas pensarlas  la mayoría de las veces y  pensarlas es como decir que se deben alinear los astros, quizás no todos, pero si algunos para poder hacerlas o hacerlas.
      Las de esta mañana tenía unos cuantos, el primero que hubiese marea alta, segundo que fuese invierno, tercero, que fuese temprano a una  hora en que los rayos de luz, a veces de sol, chocan oblicuamente con los edificios, cuarto, esto son las diez de la mañana aproximadamente, y último astro que no haya obras en ese concreto lugar.
      Ese día no cualquiera ha sido hoy, y esa hora también. El Campo de Volantín no sufría demasiado con el tráfico y los coches circulaban con relativa tranquilidad. Gente transitando por el paseo, seguramente yendo a sus  trabajo o ejecutándolos, gente joven con mochilas,  gente menuda despistada, lo digo porque era horario escolar, gente mayor refrescándose con la mañana y muy poca  gente  deportista. Gente de  turismo no había, acaso están camuflados.
  Un sencillo reportaje fotográfico con la intención de obtener alguna imagen decente para enmarcarla. Un pequeño recorrido que ha ido desde la pasarela de Calatrava, bautizada posteriormente  por el Ayuntamiento como Zubizuri (ya el blanco de Calatrava ha entrado en fase terminal) hasta el museo Guggenheim,  paseando, pasando por el puente de la Salve.
              Los rayos de sol y la luz han estado jugando al gato y al ratón en todo el trayecto, pero con estas modernas máquinas fotográficas todo eso se puede compensar y si eres un poco manitas puedes editarlas en casa.
              Me he conectado con Bilbao Central subiendo por uno de los ascensores del puente que más tarde me ha hecho desembocaren la Alameda de Rekalde,  en ese momento la cámara ya estaba enfundada. La experiencia matutina la he terminado en el Migoga tomando un café  con prensa.
Provechosa mañana