Decidimos abordar la Vía Verde de Arrazola, un recorrido lineal que nos ofrecía una comodidad y un tiempo razonable.
El periodo de permanencia a la intemperie se acabaría a mediodía, las dos, la hora bruja para algunos, acabaríamos nuestro deambular en Chez André para degustar unas alubias preparadas por cocinero tranquilo, remataríamos con una densa, larga y apasionada partida de dominó, aderezada con pequeños sorbitos de licor de hierbas. Y es que cada uno pone la imaginación en marcha y da pequeñas soluciones para afrontar esta larga crisis lo mejor posible.
En una pagina web, relacionadada con las Vías Verdes reza así:
Al pie de la mitológica cumbre del Anboto.
El antiguo ferrocarril minero de Arrazola, con la locomotora de vapor Aurrera a la cabeza, bajaba por la plácida vega del río Arrazola hasta el núcleo de Apatamonasterio.
Hoy la vía verde nos permite atravesar de norte a sur el hermoso valle vizcaíno de Atxondo y presentarnos a los pies del Anboto, máxima cumbre del montañoso Parque Natural de Urkiola y morada de Mari, diosa ancestral de los vascos.
Que envidia me das primo es precioso, disfrutalo todo lo que puedas...
ResponderEliminarUn besazo tu prima Ana
Al final entiendes que las horas, los dias pasan y hay que hacerse un huequecito para uno, disfrutarlo y si estás con buenos amigos mejor.
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