VOLVER A LAS ANDADAS

Después del parón veraniego volvimos a las andadas y para que el aterrizaje fuese suave regresamos a Maeztu para transitar de nuevo por la Via Verde del antiguo ferocarril vasco navarro, lo que pasa es que esa vez fuimos en sentido contrario, o en el otro sentido, es decir, elegimos esta vez la etapa Maeztu-Antoñana una en la que està dividido todo el recorrido. Como todo trazado de tren, la ruta era sinuosa y placentera a la hora de caminar, quizás algo monótona en el paisaje pero jamás aburrida. La ida nos sirvio para centrarnos más en la ruta, captar los paisajes, almacenarlos para que a la vuelta fuesen fotografiados con cierto sentido. A las dos horas nos encontramos a las afueras de Antoñana, allí cerca de su antigua estación estaba asentada la oficina de información turistica sobre Vía Verde y el entorno. Ainhoa nos atendío amablemente y nos dio toda clase de información, sobre lo que queriamos y lo que no, queriamos hacer, ademas nos propuso otras etapas dignas de realizarse. El camino de regreso estuvo pagado de paradas para hacer fotografías y así poco a poco volvimos a Maeztu, a la hora apropiada de tomarse una cerveza, porque lo pedia el cuerpo y el dia tan esplendido que nos salió. En los Roturos yantamos como es menester, bien como siempre y terminamos jugando una partida de dominó a la vieja usanza. El día como todavia era largo nos dio un par de horas para acercarnos hasta el monasterio de Estibaliz, siempre tan cerca y tan lejos.