Los de la sierra

El 24-01-2011 El Día de Ciudad Real decia así:

Saceruela (Ciudad Real), EFE Los restos de maquis que fueron perseguidos y asesinados tras la Guerra Civil española descansan ya con sus familiares, que hoy han recibido sus restos recuperados en marzo del año pasado de una fosa común hallada en el cementerio de Retuerta del Bullaque (Ciudad Real).

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha entregado a los familiares de José Méndez Jaramago, conocido como 'El Manco de Agudo', Honorio Molina Merino, 'Comandante Honorio', y Reyes Saucedo Cuadrado, conocido como 'Parrala', los restos de estos tres legendarios guerrilleros antifranquistas.

Familiares y amigos de los guerrilleros antifranquistas se han dado cita hoy en Saceruela (Ciudad Real), en un emotivo acto en el que se ha recordado la figura de los tres perseguidos, su personalidad, sus vivencias, su lucha y su fidelidad a sus convicciones....

Estos días de atrás vino reflejado en la prensa de todo el país: los restos de tres guerrilleros del maquis de la zona centro asesinados por las gentes vencedoras de la contienda fratricida del 36 y sepultadas -como otros tantos miles- en fosas comunes, han sido recuperados y enterrados en lugares apropiados para los seres humanos.
Pasados 70 años de la contienda aun quedan muchos "desaparecidos". Miles de personas que murieron víctimas de la guerra y la posterior represión fueron ocultadas en lugares inhóspitos (a veces no tanto) afeando aún más el crimen, es decir, ocultando e impidiendo que los familiares recogiesen esos cuerpos y para que fuesen enterrados con dignidad.
La dictadura recuperó a los suyos, no creo que quede ninguno que no este enterrado en un cementerio (cristiano), los demás fueron intencionadamente olvidados para que el dolor permaneciese no ya en las personas directas y sus familiares, sino también traspasarlo a las generaciones siguientes. Eso si se hizo muy bien.
Nuestra sagrada democracia, después de 35 años ha sido incapaz de lavar esta afrenta. Hoy en día los nietos de aquellas gentes, de los "desaparecidos", todavía suplican que sean recuperados esos cuerpos. Nadie da la cara, ni los unos ni los otros. No hay que tener familiares en esas circunstancias para enderezar este gran entuerto. Solo hay que tener corazón, lo demás sobra.