22 ene 2011

Al olivo

Mi familia nunca tuvo tierras, nunca fue gente de campo, labradores. Por herencia del abuelo materno algunas parcelas pasaron a nuestras manos, muy poca cosa. Una pequeñita fue la de los olivos del Cercadillo. Antes de venderlos, cuando llegaba la época, como todo hijo de vecino, teníamos que recoger las aceitunas. Siendo muy niño, algún año también me toco aportar mi pequeño grano de arena. El paso de los años no han borrado alguna de las imágenes de aquella época. Reales o distorsionadas por el paso del tiempo, las plasmé en estas lineas que quisieron ser versos.

Veinticuatro olivos verdes
y dos perales ,

en el Cercadillo.

Camino de piedras,
piedras en t1erra,
tierra de barro,
tierra de agua,

de invierno preñada
y abrigada de frío ,

Al olivo,

al olivo subí
y no me caí.

Olivos en los olivares,
olivares repletos de olivos,
olivos repletos de aceitunas,
aceitunas de aceite.

¿Quién me dá?

Cambio sombrero de fieltro,

repleto de aceitunas por una peseta.

Perales en los olivares,
perales
de ramas desnudas,
a pares, .

bordeando los linderos ,
perdidos en los olivos,
perales vanales,
sembrados
y olvidados.

Veinticuatro olivos verdes
y dos perales

en el Cercadillo.

Veinticuatro verdes olivos
vestidos de enero,
repletos de frutos,

de frutas caídas,
esparcidas
y enterradas •

Al olivo,

al olivo subí
y no me caí.

Olivos verdes,
aceitunas negras,
raíces profundas,
manos agarrotadas,


botas hundidas

en el barro del barrizal
del olivar.

¿Quién me da?

Cambio sombrero de fieltro,
repleto de aceitunas,

Por una… peseta.

Veinticuatro son,
veinticuatro solo,
solitarios,

hereditarios,
esperando la vara

que varee sus copas repletas,
esperando unas frías manos
que acaricien sus ramas,
esperando un descanso

en su descarga.

Entre perales y olivos
una cañada,

escondida en la hierba,
la del lindero,

una cañada de enero
tan fría como el hielo •

Al olivo,

al olivo subí

.,

Y no me caí

¿Quién me da?

Cambio sombrero de fieltro

repleto de aceitunas por una peseta.

Veinticuatro olivos verdes
y dos perales

en el Cercadillo.

Amorebieta 11/1/1986

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