5 jul 2012

SUBIDA AL GORBEA (I)

Domingo 3 de junio, aniversario de Ramontxu. 
La llamada del monte nos llevó a iniciar una aventura en la que no calculamos con detenimiento sus posibles dificultades.
Somos, no somos, o nos la damos que somos de Bilbao, y como es de ley todo ciudadano de este territorio tiene que hacer cima en el Gorbea, el pico más alto de Euskadi si nos olvidamos de las terminologías políticas.

El punto de encuentro de aquella mañana en la que el chirimiri no nos dejaba de retar, ante fue la localidad de Lemoa. Un encuentro que nos serviría para ultimar la organización del día y responder a las posibles incógnitas de nos pudieran deparar el programa diseñado.
La cosa no empezó muy bien, porque en un pueblo tan pequeño estuvimos un buen rato jugando al rato y al ratón, hasta que por fin nos divisó Andrés después de dar un par de vueltas de mas y hacer cuantas móvil-llamadas.

Reemprendimos la ruta por la 240 para adentrarnos en el valle de Arratia y llegar hasta Areatza donde se suponía que debíamos encontrar la conexión hacia Parque Natural del Gorbea. Antes de ponernos trascendentes nos paramos en el Arratiano un restaurante de carretera con un aparcamiento enorme, de esos en los que paran camiones, lo que podía indicar que no se podía comer ni malo ni caro.
Nos citamos para las tres de la tarde. En ese momento eran las 9:30 de la mañana. Efectivamente en Areatza encontramos el carreterín que los llevaría al aparcamiento de Pagomakurre, el último de este tramo.

El chirimiri seguía queriéndonos empañar la mañana. Nos bajamos del coche y nos preparamos para un camino que preveíamos de agua, aparte de la habitual niebla.
 No quise mirar más allá en el tiempo porque si no me amargaría antes de comenzar la subida. En estos y otros casos siempre me consuelo pensando que dentro de equis horas todo se habría acabado. Pensé eso y continué el camino. Nos pusimos los gorros porque pasados unos minutos nuestro acomplañante nos lograría mojar.
La pista que seguimos nos adentraba en el monte, a izquierda y a derecha solo había niebla, no se veía más allá de 30 metros y nosotros con un valor desmedido.

En este momento hablo con palabras de Andrés: Inicio del ascenso llegando a la campa de Arraba y desde allí a la izquierda giramos por la pista que va a Egiriñao. Si subiésemos leído el papel, como yo he hecho ahora, nos hubiéramos dado cuenta que dice que antes de llegar al refugio Ángel Sopeña, hay que coger un camino a la izquierda, que supone una pequeña subida hasta llegar al Paso de Aldape, que se debe cruzar con precaución cuando hay hielo, bueeeeno seguimos....

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